La importancia de ser solidarios

Por Departamento de Orientación

Si ahora mismo saliésemos a la calle y preguntásemos a las primeras personas a nuestro paso si creen que es importante ser solidarios, una mayoría respondería afirmativamente. Si tras la pregunta inicial planteáramos la cuestión de si, hoy por hoy, nos consideramos solidarios, un sector de los encuestados dudaría al responder. Y es que la solidaridad es un valor muy importante que, como el resto de valores, si no se pone en práctica pierde fuelle, ímpetu y credibilidad. Casi todos asentimos con la cabeza ante la necesidad de reciclar para convertir nuestro mundo en un entorno más sostenible, pero a muchos todavía no nos ha picado el «bicho» de reutilizar los desperdicios que creamos, entre otras cosas, porque no hemos generado un hábito, no nos hemos puesto a ello, no hemos convertido la teoría en práctica.

Con los niños, partimos siempre de la premisa de que LO QUE NO SE EXPERIMENTA NO SE APRENDE, o sea, que lo que no pasa por las manos de los niños, no llega a su interior con tanta fuerza. Es por esto que no basta con hablarles de solidaridad, de tolerancia, de respeto o de honestidad. Tienen que practicar la solidaridad, ayudándose entre ellos a salvar los obstáculos que les surgen al camino, aportando parte de su tiempo en beneficio de otros más necesitados. Abandonando algunos de sus privilegios por ceder oportunidades a quienes no tienen la misma suerte. Es así como realmente viven en sus carnes qué significa ser solidario, qué se siente al dar sin esperar recibir y cuan beneficioso puede llegar a ser para otros un simple gesto.

En este terreno, familias y educadores jugamos el trascendental rol de favorecer situaciones en las que niñas y niños puedan ejercer sus capacidades y así formarse y desarrollarse, de verdad en valores. No desaprovechemos la oportunidad de provocar que las mejores experiencias puedan ocurrir.