Por Departamento de Orientación

 

Son muchas las familias que escuchan esta frase en casa alguna vez. Incluso nosotros, los adultos, por diferentes motivos deseamos en ocasiones que llegue el fin de semana y no tener que ir a trabajar. Cuando existen obligaciones y responsabilidades, el esfuerzo e implicación siempre están presentes, de modo que pasar de una situación más cómoda a otra en la que se nos va a exigir de algún modo no siempre es plato de gusto para todos.
Pero puede darse la circunstancia de que realmente estén teniendo algún tipo de conflicto, de características diversas, que les esté afectando. Hoy os compartimos algunas pautas para detectar en cada caso y cómo proceder:

  1. En todos los casos una primera recomendación es respetar sus sentimientos y emociones y, primeramente, hablar sobre los motivos que motivan (o desmotivan) sus ganas de ir al cole. La mayor parte de los casos terminan aquí.
  2. Si persiste la actitud a lo largo de los días, recomendamos revisar cómo están ellos en casa, con los ritmos, hábitos y obligaciones, así como aspectos tan básicos como el descanso y la alimentación.
  3. Paralelamente podemos hacer la consulta al cole, hablando con el profesorado. Si no tiene ganas de ir, pero a lo largo del día se muestra con una actitud normal, animosa y participativa en tareas y con compañeros, es posible que se trate solamente del momento de pasar de casa al cole.
  4. Podría ocurrir que el profesorado nos haga alguna observación sobre cambios observados o actitudes que les han llamado la atención. Esto inicia un sencillo proceso de mediación en el que se suelen resolver estas situaciones.
  5. Llegados a este punto, una mayoría de casos se aclaran. Pero hay que tener en cuenta algunos otros casos que se pueden dar, eso sí, en muchas menos ocasiones:
    1. Que se trate de aspectos relacionados con la salud. Recomendamos visitar al pediatra para evaluar, por ejemplo mediante una analítica, así como también aspectos relacionados con la visión y la audición.
    2. Que estén experimentando algún tipo de problemática social. Bien por no gestionar adecuadamente situaciones que se den de forma cotidiana o por algún conflicto entre compañeros.
    3. Que hayan tenido algún problema con algún miembro del profesorado, en cuyo caso recomendamos esclarecer con el centro las circunstancias cuanto antes.

Son muchos los casos y cada individuo un mundo diferente, pero los motivos y las formas de resolverlos son muy genéricos; conversación, escucha, respeto y acompañamiento.